Los Beatles y la disolución del olvido*

 Los Beatles y la disolución del olvido*

Sobre el documental Get Back, de Peter Jackson.

*Por Sergio Colautti

And in the end
The love you take
Is equal to the love you make

The end. The Beatles

Parecía que todo lo que puede lograr una banda de rock –digamos mejor: un grupo de músicos contemporáneos- ya lo habían conquistado Los Beatles. Pero restaba algo más, sorprendentemente; el documental de Peter Jackson, que recoge, sintetiza y actualiza (con recursos de inteligencia artificial) la filmación de los ensayos de Let it be (1969) nos permite a los espectadores estar entre ellos, asistir al asombro de la creación en proceso, verificar cómo aparece la genialidad y cómo el grupo, funcionando como una mente común, elabora canciones que serán intemporales. Como señala Eduardo Fabregat:

“Cuando se muestran las primeras ideas de canciones que se volverían
eternas, el espectador no entiende cómo no surge el inmediato comentario de “uh,
está buenísimo…” No, ellos apenas asienten con la cabeza. A veces ni eso: un día
Beatle normal. Y se suman, agregan capas, mejoran al otro, le dan forma a obras
maestras como quien arregla una silla”

(E. Fabregat, Página 12)

Esa convivencia con la genialidad es tan fascinante como otra sensación que atrapa a quien recorre las imágenes. Detrás del fenómeno musical y cultural que significaron, un aspecto de otro orden emerge de las tres horas del registro. Si hay una idea, un símbolo, una construcción cultural sobre la juventud, Los Beatles están en el centro de ese diseño social contemporáneo. El deseo generacional de ser jóvenes, los modos de ese deseo arrollador, encontraron (y encuentran, medio siglo después) en ellos el referente más significativo, invulnerable y emotivo que los años sesenta, esa última revolución romántica del mundo, pudieron inventar.


Esa década produjo una potente renovación artístico-cultural pero también una sacudida política al mundo. Y en el ojo de esa movida impactante la juventud era centro gravitacional. Si se permite la exageración, los sesenta inventaron el concepto de juventud como deseo. Y Los Beatles ocuparon rápidamente el sitio más visible de esa formidable invención sociocultural. Ser joven es, aún hoy, para millones y millones diseminados en el planeta, ser como ellos, concebir el uso del cuerpo como ellos, pensar y (ya que no podemos tocar como ellos) escuchar una y otra vez sus invenciones inoxidables. Hasta las posturas pacifistas y
antirracistas, las nuevas formas para entender el amor y la libertad permean muchas de las posturas de jóvenes de hoy que ni siquiera los escuchan. Pero, sin dudas, los escucharán.
Como bien dice José Cabrero: “Los Beatles siguen tan jóvenes como siempre. Tan jóvenes que da miedo. Me da miedo no ser nunca tan joven como fueron Los Beatles” (J. Cabrero, el Ideal, de Granada)

The Beatles

Hay, además, otro aspecto que conmueve en el documental de Jackson. Nos remite a nuestra propia memoria emotiva, a la relación que tuvimos personalmente con la banda de Liverpool. Desde ese lugar, me recordó los despertares de mi adolescencia: mi primera imagen era el poster en la pared donde estaban ellos, con sus trajecitos prolijos y los flequillos parejos. Ahí estaba Paul con su bajo violín y su sonrisa. La misma imagen que vi, conmovido, en 2016, en el estadio mayor de mi provincia, cuando apareció con el mismo bajo y la sonrisa eterna: joven otra vez.

Por algo que está más allá del show lloraban jóvenes y viejos mientras lo acompañaban cantando: la sensación, entiendo, de ver, escuchar y sentir a quien simboliza, por decisión de la cultura popular de este último siglo, junto a sus tres amigos beatles, la posibilidad de escapar del tiempo que persigue y aniquila. A través de ellos, con ellos como formidable herramienta, los hombres y mujeres contemporáneos celebramos esa maravillosa conquista cultural: ellos están ahí, siempre jóvenes, alegres y geniales, haciéndonos cantar la canción que nunca envejece. Ese gesto tal vez sea, el tiempo lo dirá, la disolución del olvido.

El Árbol Cultura – «Amamos lo que hacemos, trazando puentes»

EL ARBOL CULTURA

Post Relacionados