«La mujer habitada» Gioconda Belli

 «La mujer habitada» Gioconda Belli

Por Carolina Pittinari*

La segunda entrega de nuestra nueva sección llamada ¿A dónde va ese camino de hormigas?, crónicas lectoras de Carolina Pittinari, nos trae un libro que muchas veces nos sugirieron desde diferentes lugares y que en todos ellos acertaron. Es una lectura super recomendada no solo para verano, aun que es verdad que el placer de tener más tiempo para dedicarle al ritual de la lectura, o al menos un tiempo más limpio de actividades y ocupaciones, propicia el disfrute. Sin más introducción los dejamos con la crónica de nuestra colega.

Libro: “La mujer habitada” 

Autora: Gioconda Belli 

@seix_barral

Poco después de decidirme a compartir lo que leía y lo que me pasaba durante la lectura, allá por enero 2021, tomé coraje y arremetí con una novela. Después de muchos años. ¡Y qué novela!

Elegí “La mujer habitada” de Gioconda Belli entre todos los libros exhibidos como dulces en la gran mesa servida de la Biblioteca Urquiza  @biblio_urquiza . La elegí entre otras por su título, la palabra “habitada” me resuena hermosa y onda. No conocía a la autora y no tenía referencia de esa novela en particular, pero la retiré sin dudar. 

Comencé con entusiasmo, un inició precioso me llenó de expectativas y deseos. Confieso que por momentos extrañé los textos más breves. La intensidad y el alivio de llegar al final más rápido -en cuatro o cinco páginas-. Pero me aferré a la narración y dejé que la autora me contara a su ritmo, con sus pausas reflexivas y las descripciones minuciosas de ambientes y personajes. 

El inicio del libro quedó grabado en mis retinas como una huella. “La posibilidad del lenguaje en primera persona con toda su intensidad y asombro” pensé. Amanecí a la novela como Yarince con el verdor en la piel y olor a azahares. Era toda texto, en la piel se sentía la voz que narraba como una miel. 

Disfrute la lectura con ansias de desenlace y expectativa. Hice de sus páginas un refugio para las siestas de calor y silencio. Me empapé de los interrogantes de la protagonista. De ese grito femenino de guerra que se volvía actual y a flor de piel mientras mi yo lector lo hacía propio.  Actualizaba esos alaridos guerrilleros, indios, feministas, nativos, con recortes de una realidad más cercana, casi sin demasiado esfuerzo podía ver esa lucha saliendo de la selva para vivirse en las ciudades, en las oficinas, en las casas. Porque en el fondo no era solo una guerra política, estaba también la reivindicación de esa mujer que se independiza frente a su familia, su trabajo, los estereotipos y expectativas y transforma su vida como se transforma una semilla en árbol.-a veces con mucho esfuerzo y dolor- 

La autora construye hermosamente un paisaje para esa lucha, un paisaje  que las palabras rescatan y nos traen a la página como si florecieran, o les crecieran alas, o de pronto chorrera jugo amarillo y ácido por sus esquinas. Agradecí estos momentos con la naturaleza, me gustaba un poco escaparme de la angustia de la trama, el dolor que algunas situaciones generaban. Las preguntas, huir de las preguntas no es fácil, sobre todo las que no tienen respuesta. Entonces los paisajes, me daban ese aire que me volvía un poco más liviana para poder seguir. 

Regresar al género novela fue un viaje de ida. Estaba la historia, estaban los personajes, estaba la búsqueda. Las novelas -sobre todo las que disfrutamos leer- se recuerdan con nostalgia, se extrañan los personajes, los momentos compartidos con ellos, los lugares que visitamos en su nombre. Así recuerdo a “La mujer habitada” dos años después mientras re-escribo esta crónica y evoco esos espacios de revelación y goce que me brindó su lectura. 

#giocondabelli #feminismo #guerrilla #liberación

*Carolina Pittinari es riotercerense. Licenciada en comunicación social por la UNC. Escritora. Gestora cultural. Promotora de la lectura y animadora literaria en la primera infancia. Miembro de la comisión directiva de la Biblioteca Popular Justo José de Urquiza de Río Tercero, lugar desde el que participò de la creación del rincón infantil. Hace unos meses Carolina creó su anhelado «Espacio Mariposa» desde el que conecta sus pasiones por la lectura y la escritura y disfruta de la conexión del universo literario con todas las demás expresiones artísiticas. Madre, hija, amiga, compañera, colega y sobre todo una apasionada de las letras y del placer de compartirlas.

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