Flora y Roja, el campamento. Teatro Rampante.

 Flora y Roja, el campamento. Teatro Rampante.

Roja quiere irse, desconectar. Flora tiene un dolor en el pecho al despertar. Un pase a saludar que no es invitación sino aviso del retiro pero que de alguna manera sí es invitación porque el viaje compartido se disfruta más.

Escapar del ruido es un buen plan que lejos de ser aburrido, va adentrando a las protagonistas en un camino de curiosidad por lo desconocido y de respeto profundo a la naturaleza y sus enseñanzas.

Lo particular de esta obra, es la manera de combinar la actuación (en la que nos centraremos más adelante) con el poderoso mensaje sobre la necesidad de un futuro de cuidado a la naturaleza y en el valor del tiempo, donde todo pasa en el momento exacto en el que tiene que suceder para que el proceso se complete.

Con guiños a un sistema acelerado que nos consume en la vorágine de la rutina cotidiana y nos impide apreciar la belleza de lo simple, lo que se busca es silencio y lo que se encuentra es un tesoro. El monte y su entorno que todo lo protege y lo transforma.

Los cuatro elementos de la naturaleza están presentes mediante una voz en off que conecta un acto con otro y que es el disparador para que el recorrido de este viaje no quede inconcluso. La danza también está presente y el ritmo es tan protagonista de este viaje como las mismas actrices.

Una perla de la obra es su reflexión acerca del patrimonio natural y el conocimiento acerca de las especies que habitaron nuestras sierras de Calamuchita y su comportamiento. Para lograrlo, las Rampante hicieron una visita guiada a la sala de paleontología del Museo Regional Florentino Ameghino, a partir de la que pudieron incorporar a la obra datos específicos sobre la especie que ilustra este campamento.

La amistad, ese salvavidas

Por supuesto que todo el mundo debe y merece en algún momento hacer al menos un viaje en soledad. ¿Pero qué sería de nuestras protagonistas si no hubiera estado su par en este viaje?

Las actuaciones de Antonela y Stefanía son excelentes porque además devienen de su formación y de un proceso de producción de esta particular obra en el que, lejos de simplemente investigar, ambas viajaron de campamento y concretaron un primer esbozo de esta obra allí en los comienzos de 2022. De hecho, los elementos de la escenografía formaron parte del campamento real que en aquel momento vivieron. Además, en la visita guiada que realizaron al museo de Río Tercero, pudieron conocer características de los pueblos originarios y los elementos con los que ellos trabajaban y los incorporaron acertadamente a la obra.

El despliegue de recursos escénicos como la narración oral, cuando Flora relata a Roja el origen de los nombres y colores de las aves, según una historia que pasó de boca en boca en las generaciones que la precedieron; los movimientos ágiles con los que se preparan para refugiarse de una tormenta y hasta el ritual de danza con el que intentan descubrir donde se encuentra el fuego interno de Flora, son sin dudas un plus a la obra.

Teatralmente, Antonela y Stefanía son complemento y saben captar en todo momento la atención, los altibajos en el volumen de su voz, los elementos discursivos y estilísticos y el ritmo de la obra están muy bien logrados y hacen que esta casi hora de duración parezca mucho menos y tengan al público todo el tiempo entretenido.  

Los recursos sonoros y visuales están muy bien trabajados y sumergen al auditorio en un escenario serrano con aves y arroyos incluidos. Sus vestuarios y elementos de escenografía son otro acierto ya que caracterizan sin desviar la atención del disfrute de la obra y su mensaje.

Poder disparar una flecha originaria cargada de intenciones a un futuro que observa expectante es la manera de pasar de alguna manera la posta de esta búsqueda. El público receptivo la toma y, al menos en lo personal, no puedo menos que recomendar esta obra, para verla en familia, para hablar de ciertos temas de los que poco se habla, para rescatar la belleza de lo simple y sobre todo, de lo que está tan cerca, al alcance de nuestras manos todo el tiempo.

Ficha técnica y artística
Actuación: Stefania Rossi y Antonela Rimoldi
Música Original: Mauro Audisio
Diseño Lumínico: Teatro Rampante
Diseño de Vestuario: Teatro Rampante
Dramaturgia: Teatro Rampante
Diseño de Escenografía: Leandro Gonzales Rigetto, Teatro Rampante.
Diseño Gráfico: Rodrigo Brunelli
Fotografía y Registro: Hernán Rimoldi

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