Zarco y Sarvodaya llegaron a través de un volante al Museo Histórico de Buenos Aires*

 Zarco y Sarvodaya llegaron a través de un volante al Museo Histórico de Buenos Aires*

*Por Maxi Carranza

En el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires (Defensa 1600, San Telmo) se viene desarrollando la muestra «Los 80: El rock en la calle», que posee más de 600 objetos  de toda índole vinculados a esta década icónica del rock nacional. La exhibición puede visitarse hasta el mes de mayo con entrada gratuita en este Museo  de Capital Federal, ubicado al frente de Plaza Lezama. El interior del país tiene su espacio  y también Río Tercero, con el disco de Proceso a Ricutti y un volante que anuncia un recital en nuestra ciudad. Se trata de Danza mogo (1988) primer Long  Play  de Ricutti, que incluía el hit “Yo fui relator de salto en alto”. El material  figura en la exposición con otras portadas de discos cordobeses como Tamboor y Pasaporte (del archivo de Lucio Carnicer). -Lo llamativo es que llegó a la muestra un volante de Zarco y Sarvodaya, que invita  a un show de estos grupos en Privé (actual esquina de calle Libertad y Av. 9 de septiembre) el  16 de mayo de 1982. Esta nota arroja luz sobre cómo llegaron estas piezas de colección al Museo Histórico Nacional  y también repasa el derrotero del trío Zarco y el dúo Sarvodaya.

VENID A COPARSE, PUES!

En realidad, el volante de Zarco y la tapa del disco de Proceso a Ricutti –así como otras reliquias del rock cordobés- llegaron a la muestra porteña de la mano de Raúl “Dirty” Ortiz. El legendario periodista mediterráneo fue el quinto Ricutti,  ya que de su pluma salía la mayoría de las letras de la banda. Ortiz es el autor de los versos de  “Yo fui relator de salto en alto”, el mayor éxito del grupo que en su primera formación tuvo mayoría  riotercerense: “Paco” Ferranti, “Tincho” Siboldi, “Diopo” Damicelli y el cordobés Santiago “Hueso” Horsmann. La historia de Zarco y la relación del cronista con nuestra ciudad empezó mucho antes de Ricutti, todavía con la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Dirty Ortiz y Tincho Siboldi se habían conocido   cursando comunicación en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad de Córdoba. En su primer viaje a Río Tercero para visitar a su amigo, Dirty pudo asistir al ensayo de Zarco, un trío conformado por “Fonsy” Denaro (bajo y voz), Tincho Siboldi (guitarra y voz) y Diopo Damicelli (batería). Corría 1982 y si bien el grupo no dejó ninguna grabación, fue un semillero de lo que vino después para estos jóvenes que hicieron historia al compás de la música.

Proceso a Ricutti desde las vitrinas del Museo Histórico Nacional de Buenos Aires

EL ROCK LOCAL SALE A FLOTE

Zarco debutó a principios de 1982 en un Festival con bandas locales que se realizó en la pileta del Club Fábrica Militar, hoy Deportivo Casino. La curiosidad de ese encuentro fue el escenario flotante, armado sobre tambores gigantes, el cual miraba hacia las gradas del complejo y estaba ubicado debajo del trampolín. El trío cerró el evento, que contaba entre sus participantes también a Orly Branca, en esta ocasión como solista.  Cuando actuaron en vivo por primera vez Zarco ya tocaba  temas propios –entre ellos “Espíritu acomodaticio”-  y la propuesta  tenía una fuerte marca de Led Zeppelin, Pescado Rabioso y Rush, entre otros nombres. Por su parte, la discoteca Privé era uno de los pocos sitios donde se podía escuchar rock en vivo y por esa época  vio pasar a figuras como León Gieco. El volante de Zarco en Privé fue escrito por Tincho Siboldi con aportes de Fonsy  y además hicieron imprimir afiches que pegaron en los comercios céntricos. No había dinero para pauta publicitaria en la radio local LV 26  AM 1430 y tampoco existían las FM en nuestra ciudad. Consultado por este cronista, Diopo Damicelli -desde  Estados Unidos- recordó que la convocatoria no fue superior al centenar de personas. Visto en perspectiva, un número nada despreciable para un grupo nuevo que se atrevía al  hard rock  en tiempos duros de dictadura cívico-militar.

AL COSTADO DEL CAMINO

En su corta trayectoria, Zarco actuó en Privé, la pileta del Club Casino, el boliche Hot Point y en Villa María. En esta ciudad fueron parte de un Festival en diciembre de 1982 con bandas de todos los puntos de la provincia. Según rememora Fonsy Denaro, su repertorio “fue bien recibido por el público”, en ese encuentro que tuvo dos jornadas consecutivas. El trío se volvió de Villa María haciendo dedo con sus instrumentos a cuestas, salvo la batería que usó Diopo, que era prestada. En esa travesía apenas consiguieron que los llevaran hasta Luca, una pequeña localidad del departamento San Martín y allí los sorprendió la noche. En este lugar durmieron en una tapera cercana a la Ruta Nacional 158, hasta que al otro día pudieron comunicarse con un familiar, que los rescató del costado del camino. Hay que situarse en las comunicaciones de ese momento, donde no existían los  celulares y tampoco era muy común tener un teléfono fijo en cada hogar. El trío no duró mucho más, ya que Fonsy tuvo que cumplir con el Servicio Militar Obligatorio y a Tincho le resultaba engorroso  viajar todas  las semanas desde Córdoba a Río Tercero para ensayar. Después Diopo se radicó en la capital provincial y ahí nació otra etapa de sus aventuras  musicales con Tincho. Aunque esa es otra página  que levantó polvareda en el panorama del rock cordobés.

SARVODAYA, LOS OTROS PROTAGONISTAS

El dúo acústico Sarvodaya estaba conformado por Raúl “Culín” Carballo y Jorge Cuadrado, quienes hacían temas propios e interpretaban un repertorio de autores como León Gieco o Piero, considerados de “protesta”. En esa época Jorge Cuadrado vivía en nuestra ciudad y estudiaba en la ex ENET N° 1 General Savio. Cuando egresó del colegio secundario se radicó en Córdoba e hizo carrera en el periodismo, trabajando en distintos medios de la capital provincial. Por su parte,  el compositor local Culín Carballo vivió un tiempo en el exterior y regresó al país hace varios años, dedicándose a la fotografía. Esa noche de 1982 también fueron protagonistas en la discoteca céntrica que llegó, a través de un volante que anunciaba el show, al Museo Nacional de Buenos Aires.  Pasaron casi cuatro décadas de ese recital que se organizó de forma autogestionada por unos  jóvenes apasionados por el rock y la canción de autor.

FONSY Y TINCHO

Una curiosidad de la amistad rockera entre Tincho y Fonsy es que los dos riotercerenses no volvieron a componer  juntos  desde la experiencia con Zarco. Sí tuvieron un proyecto de covers llamado Timoteo y Los Eunucos, que nunca se transformó en una formación estable. Tincho creó Proceso a Ricutti, donde estuvo en todas las etapas de la banda y Fonsy se convirtió -con su bajo-  en pieza clave de Los Cocineros. Con esta agrupación cordobesa  estuvo casi desde el comienzo hasta hace un año, cuando el grupo se disolvió de común acuerdo entre sus miembros. No hubo un comunicado oficial de despedida para Los Cocineros, que brindaron su último concierto en la Legislatura de Córdoba. Ese show sin público se compartió en las redes sociales del gobierno durante la pandemia. Tanto Fonsy como Tincho están radicados en la capital provincial hace años y Diopo en Los Ángeles (Estados Unidos). Con pocos elementos en una época difícil, sentaron las bases en Río Tercero de lo que luego se conoció como uno de los “semilleros del rock cordobés”.

Muchas gracias como siempre a Maxi por tremendo repaso del recorrido que la música local realizó hasta encontrarse en este mítico lugar de Buenos Aires, tanto más por recorrer por estas historias llegarán seguramente en próximas notas.

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